EDUCOMUNICACIÓN Y LITERATURA:CAMPOS
DISCURSIVOS QUE COMPARTEN UN TRONCO
COMUN EN UN EJERCICIO INTERDISCIPLINAR,
(REPENSAR) COMO PROPUESTA DIDACTICA EN
EL SALON DE CLASES CON ADOLESCENTES.
AUTOR:
Juan Gabriel Ayala Yánez
RESUMEN
El presente trabajo tiene como objeto abordar dos campos que comparten una génesis común, y en nuestro tiempo están estrechamente ligados en una totalidad que se presenta como una realidad inmanente a los problemas de la cultura, recorre las texturas en cierta medida del campo de la estética literaria y sus vínculos con la construcción de los sentidos. Aborda las posibilidades epistemológicas en lo que se encuentra la educomunicación como un campo interdisciplinario, por tanto, la literatura la atraviesa, sin descuidar sus particularidades.
La mirada histórica sobre la literatura, su configuración en parte de América Latina y una mirada fundamentalmente de su desarrollo en nuestro país, los anacronismos que se presentaron en cierto momento de la historia y cómo responden a procesos particulares en las disputas del poder, para la construcción de los sentidos, esto con el afán de traducir estos contenidos contextuales que en materia de literatura no se trabajan dentro del salón de clase, y en muchas ocasiones se vuelve un ejercicio bastardo de reducir la materia a un trabajo puramente mecánico y técnico, sin dar lugar al pensamiento y la reflexión.
Finalmente, extractos de algunas historias de vida como recurso de investigación pueden aportar en la urgencia que tiene la investigación social de buscar en una nueva corriente metodológica que se acerque más directamente a la palabra de los propios actores en el campo de la educación, que a partir de sus experiencias puedan presentar aportes reales, que no se sometan a la voluntad dominante de la matematización del mundo, al cifrar los resultados de la investigación como forma dominante de verdad que se le ha otorgado a la estadística y su instrumento el dato.
Palabras clave:
Educomunicación; literatura; virtual; imagen.
Abstract.
This paper aims to address two fields share a common origin, and in our time are closely linked in a totality that presents itself as an immanent reality to the problems of culture, textures runs to some extent the field of literary aesthetics and its links with the construction of the senses. Formula epistemological possibilities in media education as an interdisciplinary field, therefore, that crosses the literature is, without neglecting its peculiarities.
The historical perspective of literature, its configuration Latin America and a look primarily of development in our country, the anachronisms that occurred at some point in history and how they respond to particular processes in power disputes, the construction of the senses that in an effort to translate these contextual content in literature not work in the classroom, and often becomes an exercise in unfortunate to reduce the matter to a merely technical and technical service without giving rise to thought and reflection.
Finally, excerpts from the stories of life as a research resource can provide the urgency that has social research to look at a new methodological approach that is closer to the word of the actors in the field of education, from their experiences that can present real contributions, which are not subject to the dominant will of the mathematization of the world, to encrypt research results as the dominant form of truth that has been given to statistics and data from your instrument.
Keywords:
Educomunication; literatura; virtual; image.
EDUCOMUNICACION UN CAMPO
INEXPLORADO:
Cuando hablamos de educomunicación, abordamos una disciplina que encierra dos posturas discursivas: la comunicación por un lado y la educación por el otro, si bien nuestra época está marcada por el inminente cobijo del desarrollo tecnológico, y la interacción social se encuentra mediada por la internet, como sostiene Manuel Castells, sociólogo norteamericano, en su obra La era de la información, donde hace una afirmación sólida para pensar la idea de una aldea global y comprender desde esa posibilidad el mundo de los lenguajes, que se encuentran disueltos en ese espacio. Es necesario comprender que hablamos de un campo cultural, por tanto, merece un tratamiento teórico-práctico, dialogante con los discursos de la educación para emprender un horizonte de sentido hacia el cual se deben encaminar los estudios posteriores en el contexto de trabajo en el salón de clase con adolescentes. Históricamente estas dos disciplinas han permanecido separadas y distantes, que al juntarse han adquirido el nombre de educación en materia de comunicación, didáctica de los medios, comunicación educativa, alfabetización mediática o pedagogía de la comunicación1.
Este campo de estudios se caracteriza por tener una amplitud de análisis heterogéneo, abarcando diversas corrientes del pensamiento, pero lo que sí se puede afirmar que es relativamente nueva en relación a otras disciplinas que aportan para estudio de la complejidad de las relaciones que están mediadas por los diferentes formas de comunicación y sus medicaciones. La pluralidad que explora no permite identificar un nudo exacto de su evolución, pero podemos ver que líneas generales autores latinoamericanos como Jesús Martín Barbero, teórico de la comunicación, ya daba visos de lo que se puede conocer comunicación popular. Asimismo, tenemos los aportes del profesor Jorge Huergo, teórico en comunicación y educación, que asertivamente coloca en el contexto histórico al concepto de desarrollismo, en el que estuvo inmersa Latinoamérica, durante los años 50 y 60.
Por tanto, la comunicación y la educación como un campo que entrecruza líneas teóricas para explicar algunos campos complejos sobre los elementos comunicativos que aportan y dialogan con los recursos pedagógicos no son una novedad, pues históricamente los medios de comunicación permanentemente están generando una suerte de intermediación a partir de sus lenguajes en la consciencia de los sujetos sociales que asumen esos elementos, para construir una aproximación a la realidad. Se puede observar que dentro de la pedagogía existe ya un principio de aproximación cuando Célestin Freinet, introdujo la imprenta en una escuela popular de Francia en los años 20 y 30, para generar un acercamiento a la realidad, al trabajar el periódico escolar.
Es necesario distinguir que existen dos propuestas sobre la educomunicación, por un lado, el planteamiento que se enfoca meramente en la parte técnica de la comunicación como recurso pedagógico, que complementa los procesos en la educación formal y no hace un ejercicio de análisis y reflexión sobre la epistemología sobre la cual se erige. Por otra parte, la educomunicación como un ejercicio de reflexión y análisis sobre las líneas teóricas en la que se enmarcan los procesos educativos, esta pone en diálogo las posibilidades teóricas y metodológicas entre comunicación y educación desde el pensamiento crítico.
La comunicación al convertirse en un posible fenómeno entendido como medio educativo, aparentemente pone en crisis a la tradicional escuela, arrebatándole el monopolio de centro de saberes y conocimientos (Diuzeide, 1984, p: 73). Esto permite generar una serie de cuestionamientos sobre el espacio, porque al poner en crisis el lugar de adquisición de nuevos conocimientos, diversifica las fuentes de información, es así que los medios tradicionales al emitir un seriado de contenidos multiformes se constituyen en una fuente de adquisición a través de diversos lenguajes, y sin lugar a dudas los nuevos entornos virtuales.
Al entrar en contacto en una realidad omnipresente de la comunicación, podemos atrevernos a decir que nos encontramos en un mundo relativamente nuevo, un posible nuevo ambiente, puesto que al fundirse en un mundo de posibilidades que la tecnología brinda se puede colegir que es una nueva forma de cultura2, donde los sujetos se funden en un acontecimiento de prácticas y ritualidades que hacen de ese espacio una fuente de interacciones conscientes y participativas, esto se traduce en la participación de las llamadas culturas virtuales, caracterizadas por patones de comportamientos y manifestaciones de ciertos grupos que condensan en la aleatoriedad de dichas prácticas.
Es fundamental considerar la propuesta que hace Len Masterman, que la génesis de la educación para la educación, surge con un tinte burgués y paternalista que se plantea reafirmar los valores civilizadores y civilizatorios, para nada gira alrededor de la teoría crítica en el campo educativo y de ruptura que planteaba Paulo Freire, entonces la trascendencia proponía una suerte de moralidad en turno, teniendo que existe un fuerte patrón que alude a lo que entendemos como una suerte de discriminación sexual y discriminación racial, por cuanto lo valores morales de la blanquitud están impregnados en los formatos y modelos una exclusión implícita, como se viene dando en los tradicionales medios televisivos.
Se apela por tanto a una propuesta de ruptura, que se prevé alcanzar desde algunas aristas que se debe recuperar y buscar un asidero epistemológico y político que plantee a los estudios educomunicacionales en nuestro contexto para la reflexión y posibilite por un lado al ejercicio de la investigación y por otro la aplicación sobre los diversos momentos en los que se pone en práctica los productos educomunicacionales. Se coloca este trabajo en el desarrollo del concepto de representación, trabajado por Stuart Hall (Sociólogo jamaiquino), al comprender que se halla dialogando con la cultura y los lenguajes, una forma de abordaje atípica de la interacción y los sentidos y no solo en la práctica.
Comunicación/educación y tecnología en América Latina, contexto.
Para hablar del desarrollo de educomunicación en el contexto de América Latina, es necesario considerar los aspectos políticos e ideológicos para el tratamiento en mención, los principios fueron impuestos en la década de los 50 y perfeccionados en los 60, siguiendo la línea impuesta por los Estados Unidos y mediante la proliferación de las grandes potencias imperiales, para iniciar el proceso de modernización a la que nos encaminaron las potencias, perspectiva que nos plantea Jorge Huergo (Filósofo y pedagogo argentino), con el afán de ubicar los aspectos políticos e idelógicos en lso que se enmarca el pensamiento sobre educación y comunicación. Esto generó una modificación en el sensorium de las sociedades latinoamericanas, y fundamentalmente en los hábitos de consumo.
Es en el concepto de desarrollo que debemos comprender el surgimiento de las tecnologías en Latinoamérica, con el afán de erradicar formas tradicionales de trabajo, como bien señala Huergo, que respondían a una cultura de planificación que abordaba los medios y los fines, esta implementación de tecnologías por ende se mostró como un logro de la tan anhelada calidad en la educación. De forma seductora, se nos ha convencido que la calidad radica en el uso y manejo diestro de las tecnologías con el objeto de mejorar la producción y preparar de manera idónea a los trabajadores en el uso de las tecnologías, haciendo de este el marco directriz hacia donde debían estar encaminadas las políticas en torno a la educación.
Quizá este sea el marco que produjo una pugna entre comunicación y educación, puesto que al estar desvinculada de una mirada política y contextualizada desde ahí cae en un ejercicio funcionalista y repetitivo, es así que el referente principal de la pedagogía crítica Paulo Freire, plantea ya una ruptura en el campo comunicacional para un ejercicio pleno que se vincule y articule los planteamientos de la educación y la comunicación para alcanzar una plenitud en las prácticas de la comunicación popular, desde la teoría crítica. Acentuando la ruptura sobre la propuesta informacional, donde no se pasa de la comunicación existente entre emisor – mensaje – receptor, sino que se debe comprender su composición hegemónica y residual (Huergo, 2007, p: 2).
Por tanto, es necesario pensar en los posibles cambios de abordaje sobre los objetos de estudio en el campo de la comunicación y en el marco de sus vínculos con la masificación desde las transformaciones culturales, el surgimiento de culturas subalternas con la llamada mundialización del pensamiento y las prácticas culturales del capitalismo transnacional como señala Jesús Martín Barbero (Filósofo español), invitando a desplazar la mirada de los medios a las mediaciones, es decir, mirar las prácticas comunicacionales y los movimientos sociales enmarcadas en el tiempo y en el espacio, vinculadas a sus diversos contextos. Lo que nos conduce a repensar el ejercicio interdisciplinario de las ciencias sociales, fundamentalmente de los procesos de la comunicación social y sus articulaciones con las otras disciplinas como la antropología, la sociología y la política.
Virtualidad e imagen: posibilidades para la comprensión en un entorno cultural.
Existe una tradición equívoca que contrapone a lo virtual de lo real, como sostiene Pierre Lévy (Filósofo tunecino) al afirmar que se ha colocado de forma equivocada a lo virtual en el plano de la ilusión. Para explicar desde el principio escolástico lo virtual usa el ejemplo de cómo el árbol está virtualmente en la semilla, por tanto, este concepto es entendido como la fuerza que aún no se ha cristalizado, siendo así que es un reclamo por la actualización, un conjunto de fuerzas y tendencias que exigen ese cambio. Esta actualización por tanto es comprendida como creación o invención.
Por tanto, cuando hablamos de virtualización del mundo, no nos referimos necesariamente a una actualización, sino que más bien existe una consideración fundamental por la mutación de la identidad, encontrando así su consistencia esencial en un campo problemático, esto nos coloca en nueva perspectiva sobre las identidades que proliferan en los entornos de la red, teniendo una consideración que se entona a las posibilidades de comprender el contexto cultural de los actores sociales y las relaciones que se desarrollan en el medio. Por otra parte, la virtualización demanda pensar los problemas espacio-temporales como una demanda sobre las coordenadas (Lévy, 1999, p:19).
Cuando nos embarcamos en la búsqueda explicativa sobre pensar el texto, Lévy tiene una mirada bastante provocadora para ampliar la mirada sobre el texto como un objeto virtual, que desde la génesis es un elemento está atravesado por diversas actualizaciones, es necesario comprender por tanto que el texto es un discurso elaborado o propósito deliberado (Lévy, 1999, p:37), este aspecto de presentación sobre el texto no solamente refiere a la comprensión sobre el texto escrito, sino que refiere a las diferentes formas de codificación que han sido desarrolladas por el pensador ruso Iuri Lotman, lo que permite entrar en una ampliación sobre los recursos y elementos portadores de sentidos.
La intertextualidad en un ejercicio de dialogización para comprender la urgencia del abordaje de la imagen como un discurso, que ha pasado de un simple documento a un recurso de la memoria es clave para el estudio de los trabajos en investigación sobre visualidades y su inmanencia en los procesos culturales, tomando de las formas y conceptos que nos permitan entender la construcción de sentidos y los procesos de socialidad imbricados en los entornos de la virtualidad. La representación mediática por tanto puede ser entendida como una forma de experiencia y fuente dominante de conocimiento (Monegal, 2007, p:27).
Resulta imposible, por tanto, entender los procesos educacionales por fuera de la imagen, los entornos donde el conocimiento y el saber ya no son exclusivos del salón de clase, amerita romper las fronteras y las barreras del tiempo y el espacio y comprenderlos en su contexto, sus aproximaciones y relaciones culturales en la que los estudiantes se desenvuelven, cómo estos recursos han permeado el sensorium de los actores de la educación, ser tratados y abordados desde una mirada reflexiva y analítica, platear las conjeturas de la publicidad, la fotografía, el cine, los productos multimediales, inclusive los juegos de video que circulan y proliferan como recursos del ocio.
Perspectivas literarias en América Latina.
Para comprender en desarrollo de la literatura en Ecuador, no se puede dejar pasar por alto el surgimiento diacrónico de los géneros literarios y fundamentalmente el predominio de la poesía, cuando el ensayo y el panfleto se presentaban como referentes en la edad de la narrativa Agustín Cueva (1937 – 1992). En última instancia, lo que se pretende evidenciar es el contexto político y social, desde una mirada en la que la ideología como una posta generó en la repercusión social y de la configuración de los sentidos en los procesos pre-coloniales y pos-coloniales.
En este sentido, las miradas simples que se pueden tener cuando se abordan los trabajos de literatura en el salón de clase se convierte en una suerte de anecdotización, desvinculándolo de su contexto histórico y dentro de los procesos sociales. En muchos casos puede darse porque se mantiene el tratamiento de la obra como desvinculada del contexto social, y puramente como una obra de arte como parte de la sublimación3 en el ámbito de la estética. Por otra parte, se la puede tener que solo importa como un elemento para su análisis gramatical y sintáctico, restando totalmente su valor.
Siguiendo la línea histórica de la producción literaria en el periodo colonial, tanto en España como en Latinoamérica existe una suerte de anacronismo, puesto que en tierras ibéricas se desarrollaba con gran apogeo el teatro y la novela y en tierras indias se mantuvo la producción en poesía. Pero no esto, no responde a una cuestión de simples gustos por un género u otro, a decir de Cueva, la ideología de las grandes élites que se estaban gestando en el continente americano no permitía el desarrollo del género en prosa, debido a que estos en al otro lado del mundo generaban una suerte de retrato de la realidad social, en muchos casos se presentaba como una suerte de recurso histórico para dibujar en contexto y convertirse como un recurso histórico para la memoria.
Colocar en el tránsito de la historia los textos literarios producidos en nuestro país, nos permiten más que dibujar un rostro de los hechos, tenemos que revisar sus dos matices, por un lado, podemos visualizar que la intención del siglo XX, cuando hemos pasado ya al plano de la narrativa y el mestizo tiene un tratamiento más que de un simple peón, se da inicio a la matización para construir al indio. Por otro lado, no se puede perder de vista esta cuestión de anacronismo en el surgimiento del género narrativo, y con ello se pretende explicar una suerte de demanda de las clases sociales en la reconfiguración del estado. Esta mirada se logra obtener del recorrido por las páginas que hace A. Cueva en el texto de A la Costa de Luis A. Martínez, permitiendo observar esa nueva disputa por el acceso a la palabra, la misma que se dio en los periodos independentistas por consolidar un sentido de verdad sobre la historia.
En el caso específicamente ecuatoriano, al abordar temas sobre el indigenismo, la mirada ha sido bastante ideologizada, tanto en su carga semántica como sintáctica, ya que las cuestiones de forma al ser tardías, en un intento de lenguaje popular, y que aún siguen estando segregadas. El periodo del siglo XX en la literatura es un periodo que redirecciona las miradas de los autores de composición narrativa de la belleza para las clases pudientes hacia las clases explotadas y de ahí obtener el material, pero con el afán de encontrar asidero exclusivamente en el plano literario y no de transformación social.
Este soporte de prevalencia que mantiene a la literatura por fuera de la mirada interdisciplinaria de la sociología y la antropología para desdeñar los nudos reales que se suscitan o se muestran tal cual, es un ejercicio de ocultamiento de los procesos sociales, por tanto, se tiene que quienes han contado parte de la historia desde la literatura, consideraron solo los recursos estilísticos en la producción literaria, dejando de lado la palabra de los actores y sus condiciones relevantes. Es en definitiva un distanciamiento severo y de ruptura con la toma de consciencia y disfrute por el momento.
Esta reflexión imperante por la cual se pasa de un ejercicio simplista de trabajo textual, a un ejercicio de consideración de conflagración del mundo interno al que debe provocarnos el texto, se traduce en la importancia de develar que el trabajo que habita en él, es un ejercicio de alto nivel intelectual mediante el lenguaje y la interacción simbólica entre el lector y el escritor, por tanto, el texto se platea como lugar de objetivación del pensamiento y la práctica, lo que nos lleva a plantearnos algunas interrogantes qué se pensó, cómo fueron razonados esos pensamientos (Polo, 2012, p: 33). Esta explicación, nos lleva a embarcarnos de forma minuciosa a revisar la literatura latinoamericana y sus vinculaciones con los aspectos de la realidad, además de los conceptos que se usaron para abordar un determinado objeto.
Si bien la provocación es tener una mirada crítica sobre los diversos elementos en los que inscribieron las ideas y proliferaron en un momento determinado en nuestro contexto, existe también una demanda por revisar cuáles son los objetos (conceptos), con los que analizamos la conformación de los productos literarios. Lo que nos obliga a revisar las herencias conceptuales de la tradición intelectual, cultural y política, como señala Polo, una revisión minuciosa sobre los elementos que nos permiten hacer el análisis y ejercicio de la crítica. Poniendo en juego el elemento de la verdad, puesto que la historia de los conceptos entra en disputa y cuestión de toda una tradición histórica con que se han abordado diferentes problemáticas.
Colocar por tanto a literatura en el sitial que le corresponde dentro del trabajo del salón, plantea la posibilidad de trabajar dentro del salón de clase, al texto, y no un uso bastardo que limita su potencial de inteligibilidad en toda su dimensión, proyectando siempre el trabajo de análisis y síntesis en el salón clase. Lo que nos lleva a plantearnos la posibilidad de acceder al ejercicio filosófico del diálogo con el texto dentro del salón. Literatura y realidad, objetos de análisis en el salón de clase.
Cuando nos embarcamos en el estudio de la literatura, nos sumergimos en el estudio de las diversas ideologías, por tanto, todas las áreas de creación ideológica del hombre (Bajtín, 1994, p:41), las construcciones literarias están plagadas de un mundo sinfín de posibilidades del pensamiento humanos que abarcan diferentes temas, incluso problemáticas que son abordadas desde diferentes lenguajes. Es la literatura la posibilidad de introducirse en un campo de realidades convergentes, contadas desde un punto de vista subjetivo.
Trabajar en el campo del análisis de las ideologías, es adentrarse en el análisis de las estructuras de las que el marxismo se refirió y trabajó en los aspectos económicos, pero que también se entiende o subraya en los trabajos de la cultura y su componente, desarrollado posteriormente por Antonio Gramsci en su trabajo sobre el concepto de hegemonía que abordaremos más adelante. Son pues las ideologías las que plagan los textos y se difunden por los diferentes canales y nos habitan en todo momento en el ejercicio de la praxis social.
La obra literaria al ser una obra ideológica posee un conjunto de lenguajes propio y se encuentra codificado de una forma textual, es decir, los alcances de una disciplina para el análisis de un producto estético es un riesgo bastante absurdo, por tanto, pensar que sencillamente la sociología podría ocuparse de estos estudios es imposible. Los que nos devuelve al ejercicio de la interdisciplinariedad, puesto que no toda obra contiene un mismo tipo de lenguajes, exige un ejercicio de análisis particular. En estos aspectos, que conocemos como detalles de la obra, es un ejercicio de demanda intelectual, determinar el método que aborde y se funda críticamente en tales cuestiones particulares.
En tal sentido, podemos ver que el ejercicio de análisis pasa por la relación existente en la intertextualidad, lo que permite tener un cuadro de conexiones que vincula a un texto con otro. Así se consagra el análisis por ejemplo en la semejanza de los cuentos, que pone en comparación su estructura y composición, lo que nos lleva a una búsqueda exhaustiva sobre las acciones, relacionando así las constantes con las variables (Propp, 1972, p:17), todas las características y rasgos de los personajes pueden ser variadas, pero los actos de los personajes están estrechamente vinculados o son las mismos.
Comprender que la historia literatura está estrechamente ligada a otra serie de históricas, y cada serie involucra un conjunto de leyes estructurales (Tinianov; Jakobson, 1987, p:103), esta afirmación abrió una línea para el posterior estudio desde la matriz del pensamiento estructural, que adicionalmente permitió ampliar los trabajos de investigación en el campo de la cultura. Por tanto, este ejercicio de vincular a la literatura con la realidad no es una novedad, sino que más bien pone en discusión el plano de la virtualidad entre de la realidad y la literatura, ampliando las posibilidades de ver dibujada la realidad en una obra de arte.
Los principios básicos y las manifestaciones individuales de los personajes que el autor trabaja de manera arquitectónica, es un ejercicio de demanda intelectual que nos evoca a pensar en la construcción del héroe, los momentos en los que coloca el autor al personaje, permitiendo ver las reacciones, sensaciones, emociones, ideas… lo que nos mostraría la conciencia del personaje, que está vinculada a la conciencia que tiene el autor sobre este (Bajtín, 2002, p:22). Podemos el estrecho vínculo que se genera entre el autor y el héroe en la obra, lo que nos da una perspectiva de la posibilidad creadora del autor, colocando esta perspectiva de análisis en un mundo de posibles para pensar los aspectos creativos a los que se debe empujar a los estudiantes desde la mirada del análisis de la estética.
Esta idea de matizar al héroe en la que Bajtín pretende sumergirnos cobra un sentido especial al momento de incrementar la potencialización de jugar en el plano de la creación, puesto que el ser humano de forma consustancial requiere sentirse al frente de la linealidad de lo normal, por encima de las nomenclaturas del sistema que se organiza a razón capitalista y organizada en esa dinámica de producción y de consumo. Por tanto, al bordear los límites del quehacer cotidiano, piensa de forma creadora y construye los espacios sobre los cuales su personaje tendrá conciencia.
En definitiva, al juntar estos elementos claves para pensar la literatura y la realidad, tendríamos que revisar las líneas que trabajó Michel Foucault al hacerse la pregunta sobre qué es la literatura, contestando que la literatura habita en la misma pregunta, puesto que esta no tiene edad, no tiene más cronología o estado civil que el propio lenguaje humano (Foucault, 2006, p:63), semejante afirmación nos convoca a pensar en el marco y rango de las posibilidades en las que podemos encontrar elementos literarios, puesto que vista desde perspectiva que nos plantea el filósofo la literatura está plagada de diversas formas de lenguaje.
En este sentido coloca al lenguaje en su condición real de portador de sentidos, al afirmar que es el murmullo de todo lo que se pronuncia, y sistema que cuando hablamos hace que se nos comprenda (Foucault, 2006, p:64), por tanto, el lenguaje es el momento sobre el cual nos permitimos acceder a la literatura, apropiarnos de ella y que esta fuera de nuestra pertenencia, y desterritorializando el origen de su nacimiento. En este sentido podemos observar a Nabokov en el uso de palabras en ruso pese a que sus textos fuesen escritos en inglés después del exilio que vivió.
Por tanto, comprender la literatura es comprender el lenguaje, implica sumergirse en las diversas formas de expresión que pueden ser expresadas de formas diversas, siendo así que Nabokov expresa en la metáfora del incesto su devoción por la lengua rusa, dijo en una de sus clases en Wellesley en 1945: Ustedes pueden y deberían hablar ruso con una amplia y constante sonrisa. En ruso, una vocal es una naranja; en inglés, solamente un limón (Steiner, 2009, p:22). El lenguaje es el elemento portador de la esencia del sujeto, es decir, su parte vital en cuanto a su existencia.
Historias de vida de la experiencia en literatura y educomunicación:
Grace (15 años)
Extracto 1:
Me gustaba mucho la clase de literatura, porque se trataban temas de varios autores, temas de historia y otros libros… las clases siempre invitaban a razonar, expresarse, respetar la diversidad de criterios, asimismo a defender nuestro criterio, un acercamiento a la realidad y no tener una mirada estrictamente en la clase.
Esta primera apreciación del aspecto vinculante entre literatura y educomunicación, remite al criterio de una estudiante secundaria de quince años, que luego del año lectivo hace una apreciación de los aspectos relevantes sobre su vivencia en la materia de Lengua y Literatura, que se encuentra dentro del pensum establecido por el Ministerio de Educación en Ecuador. En una primera evaluación, la estudiante hace referencia a la perspectiva histórica que abordaba la clase, el uso de diferentes autores y en última instancia existía un vínculo con la realidad. Considerando que existía un trabajo vinculante entre la obra literaria y la realidad.
Extracto 2:
El profesor nos indicó videos, donde cada uno de ellos hacía referencia a la clase dada, o a la clase que iba a dar, esta era una clase distinta, ya que lo audiovisual te llama más la atención… por lo visto el profesor buscaba uno de los mejores videos, que contenga la mayor y mejor información, para luego hacer un análisis grupal, con alto nivel de exigencia de razonamiento…
Si bien la parte valorativa de la estudiante resalta el aspecto técnico (material audiovisual), destaca que el contenido incentiva un ejercicio de reflexión, considerando que la educomunicación, no radica en el uso de las nuevas tecnologías solamente, sino que más bien como menciona el profesor Huergo, una invitación para despertar la conciencia y una suerte de compromiso con la transformación de los social. Por otra parte, el ejercicio de trabajo grupal en didáctica si bien permite un ejercicio dialogizante, permite el reconocimiento de la otredad, sobre sus lecturas en torno al material audiovisual y a cargo de los autores.
Extracto 3:
En lo personal, la clase me ayudó mucho, pues me enseñó a ver muchas cosas desde varios puntos de vista, dar una crítica y analizar cada una de las palabras dichas o escritas…
Retomando las palabras de Michel Foucault (1926 – 1984), el discurso es la materialidad de la cosa dicha o escrita, se puede observar que la apreciación de la estudiante ha internalizado un concepto desarrollado en los estudios del discurso, este reconocimiento de la parte categorial, puede acceder mediante un ejercicio permanente de reflexión y discusión permanente en clase sobre autores que trabajan los campos de la filosofía y fundamentalmente filosofía del lenguaje.
Victoria (14 años).
Extracto 1:
Nos enseñó a expresar nuestras ideas a través de la escritura y a conocer todo ese mundo maravilloso del conocimiento que nos brinda la literatura. Aprendí que mediante la comunicación se pueden resolver conflictos y llegar a un acuerdo con la parte contraria sin necesidad de recurrir a la violencia.
La estudiante coloca en un punto de mediación al lenguaje como factor que atraviesa tanto el campo de la literatura, así como el de la comunicación, encontrando un punto de equilibrio entre los dos momentos, quizá de forma desconocida y sin reflexión sobre el cruce que hace al mencionar las dos categorías que se desarrollaron en clase. Estas conexiones que utiliza la estudiante permite develar la importancia del trabajo permanente de la literatura en un contexto comunicacional, puesto que al mediar el lenguaje esa forma intrínseca de la construcción de sentidos plantea la obtención de nuevos conocimientos.
Extracto 2:
Pude ver las cosas de forma diferente (real) y opinar sobre la realidad que enfrenta no solo nuestro país si no el mundo (…). Tuve la oportunidad de ver videos de varios temas de interés mundial, para luego analizarlos dentro de mis propias ideas desarrollando así mi criterio.
El contacto igualmente con los productos educomunicacionales, cobran valía cuando generan una suerte de conciencia, que es por lo que se produce. Despertar el interés por la obtención no solo de nuevos conocimientos, sino que estos al ser adquiridos se transforman en una urgencia por comprender y analizar el contexto social desde una mirada histórica, para colegir los problemas a los que se enfrentan los sujetos que acceden al sistema de educación formal, ponerlos juntamente con las producciones de arte literaria y que les permita tener una perspectiva ampliatoria como una totalidad.
Extracto 3:
Las clases nos ayudaron a vencer nuestros miedos, a decir lo que pensamos y hacerlo respetar sin temor a ser reprimidos o cuestionados ya sea por nuestras creencias e ideales. Aprendimos que soñar en grande nos acerca a alcanzar nuestras metas y que está en nuestras manos el camino que elijamos para cumplir nuestros propósitos y sueños.
Los referentes escriturales, propios de la creación estética en literatura permite no solamente ampliar los horizontes de sentido, sino que mediante los detalles como bien señala Bajtín, en la explicación sobre la construcción del héroe hace del producto literario un producto artístico y de goce pleno. Seguramente al referir un ejemplo del trabajo encaminado a revisar La metamorfosis de Franz Kafka, la elaboración del personaje es arquitectónicamente una construcción tan bien elaborada que nos permite trasladarnos al momento mismo donde ocurren los hechos.
Apertura a nuevos trabajos.
Este trabajo tiene la intencionalidad de que se continúen haciendo trabajos de investigación sobre el campo de la educomunicación y los vínculos que comparte con la literatura, generando aportes que fortalezcan tanto en la parte epistemológica como metodológica para el mejoramiento de las ciencias sociales y humanas al incursionar en las reflexiones sobre educación. Si bien la corriente del pensamiento crítico en América Latina tiene ya un asidero bastante interesante con referentes de igual manera latinoamericanos, hacer de la práctica investigativa un ejercicio frecuente de los docentes.
Es necesario, por tanto, romper con esa idea con la que nació la educomunicación como un ejercicio meramente técnico y volcar las miradas hacia una discusión que ponga en cuestión los postulados del momento actual sobre los cuales está inmersa la sociedad contemporánea, un momento culturalmente atravesado por la virtualidad, comprender e investigar sobre los lenguajes y los sentidos que se funden en un nuevo sistema relativamente conectado a una red, que exige un ejercicio de análisis que no se limite a las explicaciones binarias de bueno o malo, sino que se fundan los estudios culturales para poder comprender esas realidades.
Darles continuidad a los trabajos etnográficos, pasar del viejo paradigma de la investigación que ponía en un sitial de sagrado al dato y la cifra como portadores de verdad revelada, hacia un ejercicio de fundición con los actores, escuchar, mirar, comprender lo que tienen que decir si acaso mostrarnos. Es ese el camino que se debe seguir en educación para tener un compromiso real sobre los objetos de estudio, considerando que cumplen un doble rol, a la vez que son objeto, no se desprenden de su parte de sujeto, por tanto, son un cúmulo de subjetividades y en ese plano nos movemos como investigadores.
BIBLIOGRAFÍA
Bajtín, M. (1994). El método formal en los estudios literarios. Madrid: Alianza Editorial.
Bajtín, M. (2002). Estética de la creación verbal. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores.
Barbas Costalo Ángel (2012, junio 24). Educomunicación: desarrollo, enfoques y desafíos en un mundo interconectado. Foro de Educación, 14, págs. 22.
Barbero, J. (1991). De los medios a las mediaciones. Barcelona: Editorial Gustavo Gili S.A.
Castells, M. (2005). La era de la información (vol.1): economía, sociedad y cultura. La sociedad red. Madrid: Alianza Editorial.
Cueva, A. (2008). Entre la ira y la esperanza. Quito: Editorial Ecuador. Darley, A. (2002). Cultura visual digital. Barcelona: Editorial Paidós.
Dieuzeide, H. (1984). La educación en materia de comunicación. UNESCO: Presses Universitaires de France, París.
Ferguson, R. (2011). Enseñanza de los medios de comunicación y el desarrollo de la solidaridad crítica. Revista Eptic, 14, págs. 47-52.
Dieuzeide, H. (1984). La educación en materia de comunicación. UNESCO: Presses Universitaires de France, París.
Foucault, M. (2002). El orden del discurso. Barcelona: Tusquets Editores S.A. Foucault, M. (2006). De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós.
Hall, S. (1997). El trabajo de la representación. Revista London, Sage Publications. Cap. 1, pp. 13-74.
Huergo, J. (2007). Los medios y tecnologías en educación. La Plata: Universidad Nacional de la Plata Ediciones.
Lévy, P. (1999). ¿Qué es lo virtual? Barcelona: Editorial Paidós.
Monegal, A. (2007). Política y (po)ética de las imágenes de guerra. Barcelona: Paidós
Polo, R. (2012). La crítica y sus objetos. Historia intelectual de la crítica en Ecuador (1960 – 1990). Quito: FLACSO. Propp, V. (1972). Las transformaciones del cuento maravilloso. Buenos Aires: S.R.L. Florida.
Todorov, T. (1987). Teoría de la literatura de los formalistas rusos. México: Siglo veintiuno editores.